miércoles, 14 de marzo de 2012

La maldad humana (es lo bueno de la escritura, la catarsis)

No suelo discernir con claridad las intenciones ajenas. Algo parecido al "asperger", supongo.

Me educaron demasiado bien, inculcándome normas de cortesía "a destajo" y asimismo en una idea religiosa de bondad desorbitada, lo que unido a mi carácter de natural tranquilo y humilde, me ha traído no pocos problemas de indefensión y de inseguridad. Sí, a veces hay que pegar un golpe seco en la mesa y exclamar...
¡A la mierda!, siguiendo el ejemplo de Fernán Gómez...
Yendo al grano. "De virtud hay solo una especie, de maldad hay muchas" (Platón)
Está la maldad de la persona que prostituye "te quiero" y una miríada más de hipócritas halagos que no hacen sino confirmar su irremediable falsedad. Ya se sabe: Una persona aduladora es un lobo disfrazado de cordero, y antes o después despedazará a tod@s .
También la malicia de los ingratos, de que está el mundo lleno.
¿Y qué decir de los desleales o de los que cargan contra ti sin razón, a sabiendas de que no hay causa para ello?
Una vez alguien me dijo que los que tenían demasiada afición al pleito eran malas personas. Lo suscribo "ad integrum".
Pero como decía Gracián, " más obran quintaesencias que fárragos"
Y como digo yo: Quien se ocupa de maquinar en contra de inocentes, se desocupa de sus asuntos. ¡Y fracasa en todos ellos!
Sí, éste es un mundo lleno de maldad, de tiburones sedientos de sangre. Pero...
Si conoces a alguien bueno, aunque sólo sea uno (al que los demás tratarán de crucificar, obviamente), todo habrá merecido la pena.
En estos días de tristeza y decepción, oh mi Dios, sólo te puedo decir que apartes de mí ese cáliz, que no quiero malicia a mi alrededor,
y oh Señor, hazme olvidar las afrentas y la hiel y...
Envíame un Ángel :


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